martes, 31 de julio de 2012

CUADRO DE MANDO INTEGRAL -BSC


¿POR QUÉ NECESITAN LAS EMPRESAS UN
CUADRO DE MANDO INTEGRAL?

(No se puede administrar lo que no se puede medir)
 “Si no puedes medirlo, no puedes gestionarlo”

Si las empresas han de sobrevivir y prosperar en la competencia de la era de la información, han de utilizar sistemas de medición y de gestión, derivados de sus estrategias y capacidades. Desafortunadamente algunas empresas adoptan estrategias relacionadas con los clientes, sus competencias centrales y capacidades organizativas, mientras que motivan y miden su actuación sólo con indicadores financieros. El CMI conserva la medición financiera como un resumen crítico de la actuación gerencial, pero realza un conjunto de mediciones más generales, que vinculan al cliente actual, los procesos internos, los empleados y la actuación de los sistemas con el éxito financiero a largo plazo.

LOS INDICADORES FINANCIEROS.
Históricamente, el sistema de mediciones de las empresas ha sido financiero, de hecho la contabilidad ha sido denominada el “lenguaje de los negocios”. Durante los siglos XIX y XX, generado por la  revolución industrial, las innovaciones en la medición de la actuación financiera de grandes empresas, jugaron un papel vital en su floreciente crecimiento.

Mas recientemente, a finales del siglo XX, la tendencia a enfatizar en los indicadores financieros como elemento vital o único para medir el éxito del rendimiento de las organizaciones, ha decaído. En el fondo, un énfasis excesivo en la consecución y mantenimiento de resultados financieros a corto plazo, puede hacer que las empresas inviertan excesivamente a corto plazo, y demasiado poco en la creación de valor a largo plazo especialmente por lo que respecta a los activos intangibles e intelectuales que generan un crecimiento futuro. La presión para conseguir una actuación financiera a corto plazo puede hacer que la empresa reduzca sus gastos en el desarrollo de nuevos productos, la mejora de procesos, el desarrollo de los recursos humanos, tecnología de la información, bases de datos y de sistemas, así como en clientes y desarrollo de mercado.

Por otra parte, una empresa podría incrementar al máximo los resultados financieros a corto plazo, explotando a los clientes a través de unos precios altos o un menor servicio. A corto plazo, estas acciones realzan la rentabilidad, pero la falta de lealtad y satisfacción del cliente dejará a la empresa altamente vulnerable ante las incursiones de la competencia.

Las medidas financieras son inadecuadas para guiar y evaluar las trayectorias de la organización a través de los entornos competitivos, Les faltan indicadores que reflejen gran parte del valor que ha sido creado o destruido por las acciones de los directivos durante el período contable más reciente. Los indicadores financieros nos dicen algo, pero no todo, sobre la historia de las acciones pasadas y no consiguen proporcionar una guía adecuada para las acciones que hay que realizar hoy y el día después, para crear un valor financiero futuro.

EL CUADRO DE MANDO INTEGRAL (CMI)

El CMI transforma la misión y la estrategia en objetivos e indicadores organizados en cuatro perspectivas diferentes: finanzas, clientes, procesos internos y formación y crecimiento. El CMI proporciona un marco, una estructura y un lenguaje para comunicar la misión y la estrategia, utiliza las mediciones para informar a los empleados sobre los causantes del éxito actual y futuro. Al articular los resultados que la empresa desea, y los inductores de esos resultados, los altos ejecutivos esperan canalizar las energías, las capacidades y el conocimiento concreto de todo el personal de la organización hacia la consecución de los objetivos a largo plazo. El CMI, debe ser utilizado como un sistema de comunicación, de información y de formación, y no como un sistema de control.

Las cuatro perspectivas del CMI permiten un equilibrio entre los objetivos a corto y largo plazo, entre los resultados deseados y los inductores de actuación de esos resultados, y entre las medidas objetivas, más duras y las más suaves y subjetivas. Aunque la multiplicidad de indicadores de un CMI, aparentemente puede confundir, los cuadros de mandos construidos adecuadamente, como veremos, contienen una unidad de propósito, ya que todas las medidas están dirigidas hacia la consecución de una estrategia integrada.

Las perspectivas financieras
El CMI retiene la perspectiva financiera, ya que los indicadores financieros son valiosos para resumir las consecuencias económicas de acciones que ya se han realizado. Las medidas de actuación financiera indican si la estrategia de una empresa, su puesta en práctica y ejecución, están contribuyendo a la mejora del mínimo aceptable.

La perspectiva del cliente
En esta perspectiva, los directivos identifican los segmentos de clientes y de mercado, en los que competirá la unidad de negocio, y las medidas de la actuación de la unidad de negocio. Los indicadores fundamentales incluyen la satisfacción del cliente, la retención de clientes, la adquisición de nuevos clientes, la cuota del mercado, la rentabilidad del cliente. Pero la perspectiva del cliente debe incluir también indicadores de valor añadido que la empresa aporta a los clientes de segmentos específicos. La perspectiva del cliente permite a los directivos de unidades de negocio articular la estrategia del cliente basada en el mercado, que proporcionará unos rendimientos financieros futuros de categoría superior.

La perspectiva del proceso interno
En la perspectiva del proceso interno, los ejecutivos identifican los procesos críticos internos en los que la empresa debe ser excelente. Estos procesos permiten a la unidad de negocio:
¨      Entregar las propuestas de valor que atraerán y retendrán a los clientes de los segmentos de mercado seleccionados, y
¨      Satisfacer las expectativas de excelentes rendimientos financieros de los accionistas.
Las medidas de los procesos internos se centra en los procesos internos que tendrán el mayor impacto en la satisfacción del cliente y en la consecución de los objetivos financieros de una empresa.

Esta perspectiva  del CMI revela dos diferencias fundamentales con el enfoque tradicional en lo que respecta a la medición de actuación:

Enfoque  Tradicional                                              Enfoque del C M I

Vigilan y mejoran los procesos                                  Identifica procesos totalmente nuevos,
Existentes, incorporando medidas                             en lo que la empresa deberá ser
De calidad y de tiempos                                           excelente para satisfacer a los clientes
                                                                                y a los objetivos financieros.

Se centran en los procesos  de                                 Incorpora procesos innovadores a los
Entrega de los productos y servicios                         Procesos internos
De hoy a los clientes de hoy.
Intentan mejorar las operaciones 
Existentes de procesos actuales.

Procesos de la empresa:

            Proceso de Innovación:                                 Procesos operativos:
            - Diseño de Producto                                    - Fabricación.
            - Desarrollo del Producto                              - Marketing.
                                                                                  - Servicio posventa.

La perspectiva de formación y crecimiento
En esta perspectiva se identifican los factores más críticos para el éxito actual y futuro. Es poco probable que las empresas sean capaces de alcanzar sus objetivos a largo plazo para los procesos internos y de clientes utilizando las tecnologías y capacidades actuales. Además, la intensa competencia global exige que las empresas mejoren, continuamente, sus capacidades para entregar valor a sus clientes y accionistas.
La formación y el crecimiento de una organización proceden de tres fuentes principales: las personas, los sistemas y los procedimientos de la empresa.  Los objetivos financieros, de clientes y de procesos internos revelarán grandes vacíos entre las capacidades existentes de las personas, los sistemas y los procedimientos, al mismo tiempo, mostrarán qué será necesario para alcanzar una actuación que represente un gran adelanto. Para llenar estos vacíos, las empresas tendrán que invertir en la recualificación de empleados, potenciar los sistemas y tecnología de la información y coordinar los procedimientos y rutinas de la empresa.

LA VINCULACION DE LOS INDICADORES MULTIPLES DEL CUADRO DE MANDO  PARA  FORMAR  UNA  SOLA  ESTRATEGIA.

Los mejores CMI son algo más que una colección de indicadores críticos o factores claves de éxito. Las múltiples medidas que se encuentran en un CMI adecuadamente construido deben formar una serie de objetivos y medidas vinculadas, que son a la vez consistentes y mutuamente reforzantes. La metáfora que podemos utilizar es la de un simulador de vuelo, no la de un tablero de indicadores. Al igual que un simulador de vuelo, el Cuadro de Mando ha de incorporar el complicado conjunto de relaciones causa-efecto entre las variables críticas, incluyendo los adelantos, los retrasos y las gestiones de doble control que describen la trayectoria y el plan de vuelo de la estrategia.
Así pues, un CMI adecuadamente construido debe contar la historia de la estrategia de la unidad de negocio. Debe identificar y hacer que sea explícita la secuencia de hipótesis respecto a las relaciones de causa-efecto, entre las medidas de los resultados y los inductores de la actuación de esos resultados.

Los inductores de la actuación
Un buen CMI debe tener también una mezcla de medidas de resultados y de inductores de actuación. Las medidas de resultados, sin los inductores de actuación, no comunican la forma en que hay que conseguir los resultados. Tampoco proporciona una indicación puntual de si la estrategia se lleva a cabo con éxito. Un buen CMI debe tener una mezcla adecuada de resultados (indicadores históricos) y de inductores de la actuación (indicadores previsionales) de la estrategia de la unidad de negocio.

¿DEBERIAN ELIMINARSE LOS INDICADORES FINANCIEROS?
El componente objetivo financiero de un CMI ¿es importante para conducir la actuación a largo plazo de la organización?. Como ya hemos visto, algunos críticos ven la orientación a corto plazo de muchos directivos, que surgen y son inherentes al intento de conseguir unos objetivos financieros para medidas como los rendimientos sobre el capital empleado, dividendos por acción o incluso el precio actual de las acciones. Hay varios críticos que abogan por la completa eliminación de las medidas financieras, a la hora de medir la actuación de la unidad de negocio. Arguyen que en la competencia, conducida por la tecnología y cara al cliente, las medidas financieras proporcionan unas directrices de éxito muy pobres. A medida que las empresas hagan mejoras fundamentales en sus operaciones, las cuentas financieras se arreglarán solas.

Un amplio sistema de indicadores y de gestión ha de especificar la forma en que las mejoras en operaciones, servicio al cliente y nuevos productos y servicios se vinculan a una actuación financiera mejorada, a través de mayores ventas, mayores márgenes operativos, una más rápida rotación de los activos y menores gastos operativos. El CMI ha de poner un gran énfasis en los resultados financieros. Por último, deben vincularse las trayectorias causales de todas las medidas de un Cuadro de Mando con los objetivos financieros. El Cuadro de Mando obtiene los beneficios, al mantener las mediciones financieras como resultados últimos, sin la miopía y distorsión que dimanan de un enfoque exclusivo en la mejora de las medidas financieras a corto plazo.


CUATRO PERSPECTIVAS:  ¿SON SUFICIENTES?
Las cuatro perspectivas del cuadro de mando han demostrado ser válidas a través de una amplia variedad de empresas y sectores.. Las cuatro perspectivas deben ser consideradas como una plantilla y no como un teorema matemático o chaqueta de fuerza.

El CMI es, primordialmente, un mecanismo para la puesta en práctica de una estrategia, no para la formulación de la misma. Para cualquier enfoque que la alta dirección de una empresa utilice para formular su estrategia, el CMI le proporcionará un mecanismo inapreciable para traducir esa estrategia en objetivos, medidas y fines concretos, y para controlar y vigilar la puesta en práctica de esa estrategia durante períodos subsiguientes.

Bibliografía.
Kaplan, Robert S., Norton, David P.  CUADRO DE MANDO INTEGRAL (THE BALANCED SCORECARD), editorial Gestión 2000.










LOS DIEZ MANDAMIENTOS DE LA GESTION ESTRATEGICA


LOS DIEZ MANDAMIENTOS DE LA GESTION ESTRATEGICA

“La Visión es el puerto al que queremos llegar, la Misión es lo que debemos hacer para navegar hasta allí y los Valores son los instrumentos que nos permiten mantener la rectitud del rumbo”
Harold Colina - Consultor Gerencial
Existe una serie de aspectos que están conectados con el concepto de Gestión Estratégica, que deben ser tomados en cuenta a la hora de enfrentar dicho proceso. Estos diez aspectos han sido incorporados como diez mandamientos fundamentales para el éxito de la organización.

I Mandamiento: Proteger nuestro ambiente. La protección ambiental es una necesidad y un elemento fundamental para lo que ocurre en nuestras organizaciones. Cuando se habla de protección ambiental, se hace sobre un concepto amplio tal como el que se ha conceptualizado en la norma ISO 14.000, que maneja una gran amplitud acerca de lo que es entorno y lo que es ambiente.

Esto es necesario tomarlo en cuenta, porque la organización se encuentra viviendo en ese entorno que afecta. Es algo así como el aire que uno respira; si el aire está contaminado, sucio y nos encargamos de ponerlo peor, estaríamos produciendo nuestro propio veneno para morirnos. Sería como ser dominados por nuestras propias armas.

Podemos decir sin temor a equivocarnos que si el ambiente es el adecuado, la empresa tendrá mejores oportunidades en el futuro.

Se puede dividir el ambiente en:

Ambiente físico. El ambiente físico involucra lo que comúnmente se llama medio ambiente natural y se refiere al que rodea las instalaciones y operaciones de la organización. Cualquier cambio en este entorno, puede afectar significativamente a la empresa.

Ambiente social. Son las formas de vida existentes en las comunidades que rodean la organización, sus instalaciones y operaciones. Tiene que ver con las barreras y regulaciones de convivencia que se imponen al negocio y que norman la relación entre la empresa y la comunidad que la rodea.

Ambiente político. Tiene que ver con los procesos de los gobiernos nacionales o locales, grupos de poder y otros órganos que afectan las reglas del negocio en el ámbito global y/o local.

Ambiente económico. Tiene que ver con la dinámica del comercio y los mercados que rodean a la organización, también incluye los recursos disponibles, precios, costos, economía local o global y otros aspectos que pudieran ser relevantes para la empresa.

Ambiente cultural. Son las pautas culturales del entorno que rodea a la organización. Tiene que ver con valores, creencias, estilos, tendencias y otros aspectos del quehacer diario de la sociedad circundante.

Ambiente educativo. Tiene que ver con los aspectos educativos del entorno, tales como universidades disponibles, tipos de carreras que se dan en ellas, calidad de la enseñanza, disponibilidad de profesionales preparados para los requerimientos de la organización, etc.

Ambiente tecnológico. Está formado por las herramientas y tendencias tecnológicas disponibles, o que pudieran estar al alcance de la organización, y que podrían incrementar la capacidad de la empresa para darle valor al cliente.

Ambiente competitivo. Está formado por los clientes, proveedores de insumos, competencia y complementadores del negocio, así como por sus necesidades, expectativas, deseos, conjuntos de valores y otros elementos que determinan las acciones que realizan y que pueden afectarlo.

La exploración creativa de estos ocho ambientes que rodean a la organización, es fundamental para analizar oportunidades del negocio. De hecho es de aquí de donde surgen las estrategias fundamentales para adaptar el negocio y/o hacerlo más competitivo a corto, mediano y largo plazo. Esta división que se ha realizado del ambiente, tiene como objetivo hacerlo más comprensible y más accesible a nuestro conocimiento.

Veamos en el próximo cuadro, un ejemplo de cómo cada uno de estos ambientes afecta de manera directa los resultados de la organización:

CUADRO No. 1

AMBIENTE
ACCION

EFECTO EMPRESA
FISICO
Contaminación.

Pobreza de recursos
Naturales
SOCIAL
Delincuencia.
Robos y pérdidas.

POLITICO
Corrupción.
Competencia desleal.

ECONOMICO
Pobreza.
Falta de clientes que compren productos.

CULTURAL
 Pobre Cosmovisión.
 Deslealtad de los trabajadores.
EDUCATIVO
Baja calidad profesional.

Dificultad en la captación de los Recursos Humanos
TECNOLOGICO
Poco desarrollo tecnológico.

Poco desarrollo de las capacidades competitivas.

COMPETITIVO
Poca competencia y
Pocos complementadores.

Descuido en el desarrollo de nuevas.


 
II Mandamiento: Ser Interdependientes. Otro importante aspecto de la Gestión Estratégica es la interdependencia. No debe haber lucha de poderes internos de la organización, sino interdependencia entre todas las áreas funcionales; si la gente no está consciente de lo que significa la interdependencia, no se puede lograr lo que significa realmente, el ser una sola organización, una sola visión y una sola misión. La falta de sentido de interdependencia es la causante de lo que hoy en día se llaman las parcelas organizacionales. Estas no son más que feudos, donde cada ejecutivo se hace fuerte y desarrolla un completo dominio de su territorio. En las nuevas organizaciones de hoy, no se puede seguir viendo al negocio de este modo.

     La interdependencia parte de la Visión Compartida de la organización y se extiende de manera total manteniendo la libertad de acción y decisión de las partes, pero sin perder la visión del todo. Aquí se aplica de nuevo la máxima de “Visión global con acción local”. No se puede seguir desgastando internamente a la organización con luchas que no agregan ningún tipo de valor. Combatir este mal que aqueja a muchas de las empresas de este país es una responsabilidad de todos los líderes empresariales de hoy.

III Mandamiento: Respetar/estimular la competencia. Un importante reto que impone la gestión estratégica es el estar consciente de lo que es la competencia a fin de respetarla y estimularla. Muchos se estarán preguntando en este momento: ¿y a este hombre que le pasó?, ¿Se volvió loco acaso?. Pues bien, la respuesta es no, no me he vuelto loco, ¡todavía!. Para que todos los lectores lo sepan, la competencia es el único elemento que nos puede permitir mantenernos en un proceso creciente.

Cuando no hay competencia, la gente siente que no vale la pena hacer cosas novedosas, en cambio, cuando hay competencia se tienen razones para mantenerse en procesos de mejoramiento permanente. El nuevo concepto implica que la relación con la competencia ya no se basa en el concepto de “unos ganan y otros pierden” o juegos de suma cero. El concepto ahora es el de coo/petencia, basado en esquemas de interdependencia, sinergia, cooperación y negociación. Ya no se trata de pelear por el pedazo del pastel, sino más bien de hacer más grande el pastel. No es lo mismo tener el 5 % de un mercado de 10 millones de dólares, que tener el 5 % de un mercado de 100 millones de dólares.

IV Mandamiento: Mantenga la flexibilidad organizacional. Para desarrollar este punto queremos hacer una reflexión con respecto a lo que han sido las organizaciones que conocemos hoy en día. Recordemos que lo que hoy conocemos como organización nació en el siglo XVIII, es decir, en los 1700, y su estructura viene de principios de nuestra era, basada en la estructura que impuso la iglesia, asociada con la jerarquía estructural de los ángeles y que fue luego tomada por los estamentos militares para generar su estructura de mandos jerárquicos.

Estando en década de los años 2000, se siguen manejando los mismos conceptos arcaicos y totalmente desactualizados. Parece inconcebible, pero aún se manejan modelos basados en paradigmas de esclavitud. El concepto “mano de obra” indica la poca valoración que se le da a las ideas y pensamientos de los seres humanos que trabajan en una organización. Al hablar de “mano de obra”, se está diciendo que solo interesan las manos y no el cerebro del trabajador.
“mano de obra” implica desconectar las manos del cerebro, a fin de cuentas, no nos importa el cerebro, nos interesa es el trabajo físico.

La organización basada en los paradigmas de la esclavitud es una organización rígida, es un modelo donde hay un grupo que decide, que piensa y un grupo que hace, que son los que están en la base. De allí es que la gente se convierte en mano de obra. No se pueden seguir utilizando estos conceptos hoy en día, con todo el manejo de información que tiene nuestra sociedad. Por supuesto, hay que entender que entre 1700 y finales de los años 1800, hubo pocos cambios; los cambios más profundos comienzan a partir del inicio del siglo XX. Es a partir de allí, que se inicia todo ese proceso de cambio violento que conocemos y por supuesto esos modelos que tenían tanto tiempo incrustados en la mente de la gente, se han afianzado y se han mantenido sin ser cuestionados durante mucho tiempo y han hecho que nos olvidemos de lo importante que son las organizaciones flexibles en el mundo de hoy.

Cuando se dice que estamos dentro de entornos cambiantes, estamos diciendo que es necesario responder anticipadamente y esto solo se logra si se dispone de una organización flexible, capaz de adaptarse a las necesidades.

Las organizaciones flexibles, además, son chatas, no manejan estructuras burocráticas marcadas y están diseñadas para el aprendizaje, es decir, son organizaciones que aprenden.

Una organización flexible es aquella cuya capacidad de aprendizaje le permite adaptarse rápidamente a las circunstancias que la rodean. Imagínese, amigo lector, un motor de un carro, que cuando va en subida, en una carretera tortuosa, es capaz de transformarse en un motor de seis cilindros, muy eficiente y cuando va en una carretera ancha y de rectas larguísimas se convierte en un ocho cilindros. Eso es lo que se quiere decir cuando se habla de organización flexible; una organización debe ser capaz de hacer esos cambios de una manera tan rápida, que permita darle respuesta a cualquier requerimiento del entorno.

Definitivamente la nueva organización que necesitamos no puede hacerse con los conceptos del siglo XVIII.

La flexibilidad ayuda a desarrollar nuevas segmentaciones de los mercados, generar adaptabilidad y/o polivalencia de los procesos productivos, a fin de atender nuevos requerimientos, realizar inversiones y propiciar el crecimiento organizacional en forma rítmica y gradual y también a mantener al personal adiestrado y preparado para actuar en diferentes procesos de manera rápida y con buen rendimiento.

V Mandamiento: Estimular el liderazgo. Para poder descentralizar los procesos y eliminar las alcabalas, es necesario que cada gerente y cada supervisor asuma su liderazgo y que el mismo sea llevado incluso hasta cada trabajador, a fin de que cada quien sea el líder en lo que hace. El que mejor conoce de la tarea es el que la hace. No permita que la gente se deje vencer por el temor y la falta de estímulo.

VI Mandamiento: Anticipar los cambios. Como ya hemos mencionado con anterioridad, no se puede estar esperando que sucedan las cosas para cambiar, sino que hay que cambiar para que sucedan las cosas. Es más productivo anticipar que tratar de adivinar. La anticipación debe generar una visión positiva y alentadora del futuro, sea lo que sea que se avecine. Solo anticipando se puede estar siempre un paso delante de la competencia. Establezca su liderazgo en el mercado a través de la anticipación.

VII Mandamiento: Establecer un enfoque organizacional. El que llega primero a un sitio siempre tiene ventajas sobre el resto.

A través de procesos de anticipación estratégica es posible establecer con claridad en que nicho del mercado deseamos colocar nuestra organización y a partir de allí generar ventajas competitivas para nuestro negocio. Esto implica no dispersar los esfuerzos tratando de ser el mejor en todo, ni querer hacer lo que ya otros están haciendo con éxito. Enfocar significa concentrar esfuerzos y recursos en un área determinada en la cual queremos ser los primeros y los mejores. Cuando una empresa pierde su enfoque pierde todo su poder. Los corposaurios que perdieron su enfoque, engrosan hoy las filas de las empresas en crisis o de las que duermen en el cementerio de los ambiciosos.

Conocer con claridad nuestro foco de atención, nos permite saber quiénes son nuestros clientes, quienes proveedores, quienes competidores y quienes complementadores de nuestro negocio. Esto permite conocer el tipo de estrategias a desarrollar con cada uno de ellos dentro de un verdadero enfoque de Coo/petencia.

VIII Mandamiento: Gerenciar las percepciones. El líder empresarial de hoy debe saber que la imagen es un elemento fundamental de la supervivencia organizacional. Así como los animales utilizan elementos de su imagen para sobrevivir, las empresas de hoy deben recurrir también a la imagen para mantenerse dentro del mercado. Esto forma parte de las leyes de la naturaleza. Un camaleón utiliza su mimetismo para pasar desapercibido frente a sus depredadores, igual lo hacen algunos insectos. Los machos de muchas especies como el pavo real la utilizan para atraer a las hembras y reproducirse.

También las empresas deben preocuparse no solo por lo que hacen, sino por lo que proyectan cuando lo hacen. No basta con ser excelentes, hay que parecerlo. Si no se proyecta la imagen real de lo que somos o de lo que queremos ser, podemos estar condenando a nuestra organización al fracaso.

El cerebro humano tiene la capacidad de percibir formas en forma global, aún cuando falten algunas piezas importantes. Con solo tres círcunferencias (ver figura 1) es posible representar un concepto de
diversión y entretenimiento.

Figura 1

 
Todos reconocemos en la figura a Mickey Mouse. Sin embargo, allí no está Mickey Mouse, simplemente están los elementos resaltantes de él. Un líder empresarial y su tren gerencial deben ser capaces de lograr transmitir en forma rápida y sencilla la imagen de su organización, realizando el mismo trabajo del caricaturista, es decir, identificando sus elementos resaltantes y creando una imagen capaz de transmitirlos aún cuando existan otros elementos que no poseamos aún. Lo importante para nuestro cliente no es que seamos excelentes, sino que él pueda percibir la excelencia cuando recibe nuestros productos y/o servicios. En el ejemplo del dibujo se ve que no es necesario esmerarse en los detalles de la imagen, sino en la percepción que se obtiene del todo. Ser un gerente de percepciones es tomar conciencia no solo de lo que estamos haciendo, sino de lo que estamos proyectando con lo que hacemos a fin de garantizar no solo nuestra supervivencia, sino nuestro nivel de competencia.

IX Mandamiento: Gerenciar el cambio tecnológico. Es muy importante que los líderes de una organización aprendan a manejar el cambio tecnológico. Los líderes de una organización deben comprender como gerenciar el cambio tecnológico. Este proceso de gerenciar el cambio tecnológico debe hacernos comprender cuándo cambiar una tecnología y cómo hacer para trabajar con una nueva, sin hacer que la organización sienta los síntomas de asfixia o de stress producto del cambio realizado y la presión por el uso de dicha tecnología.

Gerenciar el cambio tecnológico implica:

  • Conocer la necesidad de invertir en desarrollo tecnológico a corto mediano y largo plazo, como un problema de supervivencia y/o competitividad.
  • Desarrollar la capacidad innovativa de la organización, a través del cabal aprovechamiento de la tecnología.
  •  Madurar en el manejo y uso de la tecnología, convirtiéndose en usuarios inteligentes, usuarios innovadores o creadores de nuevas tecnologías, partiendo de la existente.
  •  Adaptar a la organización para que esté acorde con los cambios tecnológicos introducidos, actuando adecuadamente frente a estos.
  • Comprender que la tecnología no es un lujo, sino una necesidad para sobrevivir y competir.
  • Comprender que la tecnología no puede resolver todo lo que se desea, si no se utiliza con los esquemas de gestión adecuados.
  • Comprender que la tecnología no reemplaza a la gente, sino que la desplaza de una actividad a otra, bien sea dentro o fuera de la organización. Todo incremento tecnológico implica incremento en el personal de soporte y mantenimiento  tecnológico, aún cuando reduzca personal operativo.

X Mandamiento: Manejar el cambio como rutina. Una de las responsabilidades más difíciles del liderazgo es lograr la comprensión de la necesidad de cambiar permanentemente como un elemento fundamental para cualquier organización.

Para ello el líder debe:

  • Organizar el cambio como rutina. Esto implica mantener la flexibilidad y el aprendizaje organizacional como un elemento clave de la gestión empresarial.
  • Desarrollar nuevos procesos gerenciales orientados por los nuevos enfoques de calidad en el trabajo, que buscan el mejoramiento continuo de los procesos de trabajo.
  • Establecer objetivos ideales basados en estados deseados, tales como:
          - Cero defectos
          - Cero inventarios.
         -  Cero desperdicio.
         -  Cero paradas de planta.
         -  Cero esperas.
         -  Cero clientes insatisfechos.
         -  Cero reclamos.



“Estamos pasando de una gerencia de control, a una
gerencia de cambio”.
John Naisbitt

La organización de hoy en día, requiere de procesos descentralizados con información centralizada/distribuida, solo así se podrá mantener la flexibilidad necesaria para enfrentar y gerenciar los cambios que exige el mundo de hoy.

La tecnología de información basada en redes es una herramienta fundamental para lograr este propósito.

Existen tres elementos necesarios para manejar el cambio como rutina, orientando a la organización hacia el aprendizaje permanente, estos son:

1)  Valorizar el aprendizaje de cada uno de los miembros de la organización como herramienta para lograr conocimientos.

Esto implica ubicar al conocimiento como el activo fundamental de la organización. Es necesario cambiar la forma de medir los activos a fin de entender cómo el activo humano basado en conocimiento, agrega valor al negocio. Esto implica cambiar el paradigma del dinero por el paradigma del conocimiento como ente fundamental. El dinero puede estar en los bolsillos, o en los bancos, o en los equipos, o en las herramientas tecnológicas, pero el conocimiento está en la gente y es necesario propiciar redes de aprendizaje que impidan que el mismo se pierda cuando se pierde la gente. El proceso de aprendizaje organizacional está en las relaciones que se producen entre las personas y requiere condiciones para que sea fluido.

2) Crear condiciones para la enseñanza-aprendizaje de todos los miembros de la organización. 
     
     Como ya dijimos, es necesario generar condiciones para el aprendizaje en equipo, entendiendo que aprendizaje en equipo implica trabajo en equipo, más adaptabilidad al cambio, más sensibilidad hacia la anticipación. El aprendizaje se produce cuando se produce la realimentación, es decir, cuando se evalúan las respuestas o resultados y se establece qué es lo que debemos cambiar para que la próxima vez sea mejor. Hay que crear un ambiente laboral en el cual cada error cometido o cada acción realizada, sea visto como una oportunidad de mejorar y no como una amenaza que amerita un castigo o un logro que merece un premio.


3)    Remover las barreras que interfieren el aprendizaje.

Esto implica identificar las creencias, modelos y paradigmas que están afectando los procesos de aprendizaje, con el fin de cambiarlos y/o flexibilizarlos, a fin de ampliar los límites que puedan ser restrictivos para el proceso.
A estas hay que agregar: liderazgo, visión clara de lo que se desea lograr con la organización en el futuro y paciencia para esperar que se asuman los cambios. Se trata de cambiar conductas y hay que considerar que las respuestas son diferentes dependiendo de cada individuo y de cada situación. Gerenciar el cambio implica realizar un ciclo permanente y simultáneo de cuatro procesos, que son:

Proceso 1: Identificar.
El líder es el responsable de identificar cuando un paradigma ha perdido vigencia, a fin de iniciar el proceso de cambio en esa área específica en que se produjo dicho cambio de paradigma.

Proceso 2: Concientizar. 
Gerenciar el cambio involucra, como segundo proceso, el  hacer que la organización tome conciencia de la necesidad del cambio y de las consecuencias que tendría no realizarlo.

Proceso 3: Preparar. El líder es el responsable de preparar a la organización para generar el cambio necesario. Esto implica identificar el conjunto de acciones necesarias para el cambio y las estrategias para realizarlo.

Proceso 4: Facultar.
El gran reto del cambio para cualquier líder es el de facultar a los trabajadores para actuar en forma normal dentro de los parámetros que establece el nuevo paradigma. Esto solo se logra permitiendo que cada cual asuma sus responsabilidades dentro del nuevo proceso. El líder debe actuar como el vehículo de tracción delantera (halando), más que empujando como es el caso de la tracción trasera. Halar requiere facultar a la gente para que realice las cosas dentro del nuevo modelo requerido, pero le permite a cada miembro del equipo asumir su propio ritmo de cambio.

Adicionalmente, podemos decir que el líder debe comprender que estos cuatro procesos se dan simultáneamente en la organización, ya que existe infinidad de paradigmas que gobiernan el trabajo de una empresa. Cuando algunos paradigmas ya se están haciendo obsoletos, otros apenas están surgiendo y otros están en plena vigencia.

El liderazgo es el responsable de mantener la supervivencia de una organización, además de garantizar su competitividad y por lo que se ve, esto no es un proceso fácil. Nadie está obligado a ser líder, pero querámoslo o no todos somos responsables del cambio, ya que la vigencia como negocio está en juego.

“En el Fútbol, el líder es el que lleva la pelota, debido a que es a él a quien todos están viendo en el estadio.”


Algunas recomendaciones que podrían orientar al lector, sobre cómo enfrentar la Gestión Estratégica de su organización en este momento; las mismas son las siguientes:

      Comience a practicar procesos de calidad y mejoramiento continuo.
    No centralice el poder en pocas manos, permita que cada cual asuma sus responsabilidades e innove en sus procesos diarios de trabajo. Esto implica practicar abiertamente la democracia y fomentar la participación.
    Anticipe los cambios, no deseche los llamados de su intuición, utilice tanto las cifras duras, como las “corazonadas”, para tomar sus decisiones.
Investigue sobre las tendencias y proyecciones que se están produciendo en su negocio. No descarte ningún aspecto, por más descabellado que le parezca.
     Descarte todas aquellas áreas de actividad de su organización que no sean neurálgicas, no agreguen mucho valor al cliente, tengan un alto costo para sus operaciones y le quiten flexibilidad, a través de procesos de Outsourcing.
    Identifique los aspectos de la competencia, tanto actual como futura, que pudieran afectarlo y conviértalas en oportunidades para su negocio.
   Desarrolle, participativamente, la Misión, Visión y Valores Nucleares y haga que toda la organización se identifique, los entienda y se comprometa con ellos.
      Desarrolle las estrategias del negocio, valiéndose para ello del análisis ambiental en todos y cada uno de los factores que lo componen.
Elimine todos los procesos organizacionales que fomenten la territorialidad de los gerentes de su organización y le impiden verse como partes de un todo.
      Identifique los objetivos claves que deben ser logrados para cumplir con las estrategias del negocio.
   Establezca proyectos interdisciplinarios asociados a cada uno de los objetivos propuestos.
  Introduzca los cambios tecnológicos que requiere el negocio, sin miramientos. Piense solo si la tecnología que introduce, es la que realmente le agregará valor a lo que hace y no es solo producto de una moda pasajera o un capricho de algún factor de la organización.
Establezca condiciones que le permitan a los miembros de la organización, el poder generar procesos de enseñanza y aprendizaje en su día a día.
   Prepare adecuadamente al liderazgo para que asuma su responsabilidad dentro del proceso.
Eduque a su personal. La mejor inversión que puede hacer una organización, es aquella que le permite crecer al activo humano.

Después de seguir estas recomendaciones, solo cabe esperar que las cosas salgan de acuerdo a nuestras previsiones y aquí nos remontamos al primer paradigma: “Dios quiera que...”, pero no en actitud pasiva, sino haciendo todo lo que está a nuestro alcance para que quiera.
Para no perder la costumbre, quiero terminar este libro con una frase relacionada con los extraños designios de Dios:

“Cuando Dios quiere destruir a alguien, primero le concede  cuarenta años de éxito empresarial”
Peter F. Drucker

Bibliografía.

BETANCOURT T., JOSE R. (2002). Gestión estratégica: Navegando hacia El cuarto paradigma. Aspectos conceptuales. Tercera edición Porlamar. Venezuela.